La educabilidad del ser humano es el conjunto de cualidades y disposiciones que le permiten aprender, es decir, modificar sus conocimientos y/o sus actitudes y comportamientos, de manera consciente e intencional. 

El aspecto concomitante con la educabilidad es la educatividad, es decir, la capacidad del ser humano de influir sobre otros para educarlos. A partir de este núcleo básico, analítico, de interacción entre las capacidades que permiten enseñar y aquellas que permiten aprender, surge el fenómeno humano de la educación. Y, desde y con la educación, surge en el individuo aquello que lo hace específicamente humano. 

Educación, entonces, es igual a humanización. En los hechos, sin embargo, este núcleo está atravesado y mediado por la pluralidad de los seres humanos. Pautas culturales distintas, clases sociales diversas, relaciones jerárquicas u horizontales de poder; relaciones de género, etnia, disposiciones biológicas individuales, le dan diversos contenidos a la tensión entre educabilidad y educativita. 

Desde la interacción educativa familiar hasta la creación de los espacios especializados para la educación (escuelas, colegios, universidades, centros, etc.), la historia nos muestra la enorme variabilidad que adopta el fenómeno educativo. Las ciencias sociales pueden contribuir a la comprensión de la naturaleza y el sentido de las relaciones educativas, cada una de ellas desde su lugar epistemológico y sus métodos.

El presente módulo denominado Educación, Sociedad y Cultura intenta proporcionar conceptos fundamentales para el abordaje de las dimensiones sociológicas, antropológicas, etnográficas y socioeconómicas de la educación en el marco de la formación docente, para fortalecer las capacidades necesarias para ser un buen docente, de observación y comprensión y cambio de los aspectos que inciden en el acontecer educativo cotidiano, en las aulas y en las políticas públicas de educación.